Todo es nuestra proyección

Garchen Rinpoche

Cuando alcanzamos las tierras puras, disfrutaremos o participaremos en nuestras propias auto-proyecciones. Esto es en realidad lo que todos los seres hacen; la diferencia es que no saben que lo están haciendo. Pero todo lo que aparece es como la proyección de un arco iris desde un cristal. Todo lo que aparece es la unión de claridad y vacuidad. Desde una perspectiva impura, no lo sabemos, pero en realidad estamos participando en nuestras propias auto-proyecciones. Entonces, sin importar si estamos iluminados o somos ordinarios, siempre estamos participando en las proyecciones de nuestra propia mente.

Por ejemplo, en este mundo, los lugares donde hay peleas y guerras en curso son las manifestaciones del karma acumulado con odio y enojo. Hay personas que pasan toda su vida peleando entre sí, creando cada vez más sufrimiento. Esa es la auto-proyección del odio. Su mente de odio es proyectada, y participan en ella. No les gusta participar en eso, porque a nadie le gusta pelear y estar en una guerra, pero no pueden evitar participar en sus propias auto-proyecciones, porque todo es la manifestación de su propia mente. La única diferencia es que no lo saben y piensan que está separado de ellos. Pero en realidad, lo que están haciendo es lo mismo que los seres puros en tierras puras: experimentando sus propias auto-proyecciones. Cuando hay aferramiento dualista, los seres acumulan karma con una mente afligida. Percibimos una dualidad de “yo” y “otros”, y mientras veamos las cosas de esta manera, seguimos acumulando más y más aflicciones, y karma tras karma. Creemos, por ejemplo, “Él me está haciendo daño”, y entonces, “Le haremos daño en respuesta”. Y todo esto regresa a nosotros en futuras vidas, así que nacemos en un reino infernal o como un animal aterrador, como una serpiente venenosa. Todo esto es la proyección de nuestra propia mente, de nuestro propio enojo, por ejemplo.

Todo es en realidad la proyección de nuestra propia mente, y siempre participamos en la proyección. Es solo que no nos damos cuenta de que eso es lo que estamos haciendo. Pero ahora que lo sabemos, podemos tomar una decisión: ¿Qué tipo de auto-proyección nos gustaría disfrutar, experimentar y participar? Si deseas participar en una experiencia de unidad libre de aferramiento al yo, entonces necesitas purificar la mente; en última instancia, cuando la mente está purificada, solo hay mente. En última instancia, no hay nadie que purifique, nada que purificar y ninguna purificación. Lo que debe ser purificado es la mente, y la purificación es también la mente de bodhicitta, por lo que todo está completo dentro de la mente. El dharmakaya, el sambhogakaya, el nirmanakaya—todo está completo dentro de la mente. Este es un punto que debes entender. Entonces entenderás cómo las tierras puras son las manifestaciones de tu propia mente. No desapareces, solo experimentas las proyecciones de tu propia mente. Cuando entiendas esto, no querrás enojarte más.

Te cansarás de enojarte. En realidad, esto se encuentra en dos líneas de las 37 Práctica de los Hijos de los Victoriosos:

“Todo sufrimiento sin excepción proviene de desear la propia felicidad. Los Budas perfectos surgen de la mente altruista.”

Dondequiera que nazcamos en los seis reinos, incluso en los reinos superiores, solo hay sufrimiento. En los reinos superiores, hay el sufrimiento del cambio y así sucesivamente, y en los reinos inferiores, hay sufrimiento tras sufrimiento—sufrimiento interminable. Cuando ves todas esas auto-proyecciones de varios estados mentales, finalmente te cansarás de todo ese sufrimiento y realmente querrás liberarte del samsara.

En realidad, todos los seres siempre experimentan las proyecciones de su propia mente, pero la diferencia está en saber o no saber que esto es así.